Todo comenzó con una pregunta sencilla
En 2012, trabajábamos con una empresa metalúrgica que llevaba tres generaciones funcionando de la misma manera. Los números no mentían: cada trimestre era más difícil mantener los márgenes. Pero cuando preguntamos "¿dónde exactamente se van esos euros?", nos dimos cuenta de que nadie tenía una respuesta clara.
Esa pregunta nos llevó a crear exprivanexi. No queríamos ser otra consultora más que llega con presentaciones llenas de gráficos incomprensibles. Queríamos ser las personas que se sientan contigo a revisar tus números reales, sin rodeos.
Hoy, después de más de 200 proyectos, seguimos haciendo las mismas preguntas directas. Porque al final, los mejores análisis financieros son los que puedes explicar en una conversación normal.